Analizando la ley Ómnibus (y otras cosas) con Pedro von Eyken, diplomático de carrera y doctor en Ciencias Políticas
Por Graciela Miriam Catalán -17/01/2024
La ley Ómnibus “Bases y Puntos de
Partida para la Libertad de los Argentinos” del actual gobierno, con medidas
materializadas con 664 artículos provoca controversias, criticas, oposiciones,
marchas planteamientos que llegan hasta la intervención de la justicia.
Cabe recordar que esta ley enviada
al Congreso por el gobierno comenzó el debate -la semana pasada- en el plenario
de comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda de la Cámara
de Diputados; y desde el lunes -14 de enero- sigue tal debate para recibir el
reclamo de la oposición, asistiendo representantes de la CGT, CTA, entidades,
empresas, agrupaciones, ONG y demás sectores que han pedido participar, ya sea
de forma presencial o virtual.
Mientras tanto, desde el gobierno
de Milei, muestran urgencia para terminar con los encuentros entre comisiones
en la Cámara baja y se espera que dictaminen para comenzar a sesionar el 25 de
enero este proyecto de ley. En tal contexto, a fines de analizar, ilustrarnos,
recabar opinión, tener un panorama, una visión, opinión, dialogamos,-en esta
ocasión-, con Pedro von Eyken, Licenciado y Doctor en Ciencias Políticas de
importante y reconocida trayectoria profesional nacional e internacional en el
mundo político.
Diplomático de carrera entre 1983 y 2023. Estuvo destinado en Alemania (cuando
cayó el Muro de Berlín), en Cuba y Finlandia. Terminó su carrera como embajador
de Haití de 2017 a 2019. Actualmente está retirado. Como escritor publicó Testigo De Una Revolución, fruto de su
experiencia testimonial, y se encuentra terminando su segundo libro, un ensayo
sobre Haití. Asimismo, es analista político y remarca: “Su vocación solidaria como Presidente
del Rotary Club del Río de la Plata”.
TDP- ¿Cómo está observando y/o
analizando desde su visión las medidas de la Ley Ómnibus del gobierno y su
debate en el Congreso?
PvE- En términos generales apoyo al
actual presidente y a su vicepresidente. A mi juicio era necesario un cambio
estructural de esta naturaleza, y creo en lo que ambos proponen. Para decirlo
de una manera que se va entender: “Yo no solo adhiero conceptualmente al
liberalismo y a la democracia republicana y pluralista; sino que no hay que
olvidar que al iniciar por concurso público, juramos fidelidad a la Nación y a
la Constitución Argentina, y lo hacemos delante del Presidente de la Nación”. Personalmente
no hice ese juramento “pour la galerie”
-como dicen los franceses- solo porque era parte de la ceremonia, lo
hice convencido. Además como funcionario público por cosas que se escuchan
ahora, yo nunca podría decir: “El disparate de que la Constitución Argentina o
los símbolos nacionales no me representan, eso sería traición a la patria”. Apruebo
la convocatoria a Sesiones Extraordinarias del Congreso de la ley ómnibus,
siempre que se someta a la Constitución. No podemos -creo yo- dejar de tener en
cuenta la hora presente que está dominada por fallas estructurales antiguas, y
un modelo de país empobrecedor que coarta la iniciativa individual del modelo
de Juan Bautista Alberdi “justifica urgencias extraordinarias”. A veces se
olvida que el elegido debe gobernar, el opositor debe acompañar y/o expresar
con altura su disidencia y negociar. Es posible que no se apruebe la totalidad
de la ley ómnibus como fue enviada o que haya temas sin una relación estrecha
con el contexto económico y de seguridad. Pero, creo que era necesario
proyectos como ese y el trámite que se le quiere dar con esta ley.
TDP- En consideración a lo
expresado, ¿considera que se debe negociar, consensuar, debatir, exponer en las
comisiones pertinentes?
PvE- En todo caso habrá que
negociar. Digamos que la intransigencia no existe en política. La esencia de la
política son los consensos y la negociación. Respecto de la incomodidad de la
convocatoria urgente a sesiones extraordinarias, y con el debido respecto a la
oposición, estamos en un sistema republicano pluralista. Y tenemos que
reconocer que durante el último tiempo -durante el año pasado- el Congreso no
se reunió demasiado, más bien todo lo contrario. Los funcionarios públicos
-hablo como tal durante 40 años de servicio- tenemos lo que se llama la
“dedicación funcional”. Esa dedicación implica que llegado el caso tenemos la
obligación de trabajar -muchas veces- en días y horas inhábiles, y hasta
cancelar vacaciones. Me ha pasado en mi carrera. Esas cosas no se discuten, van
de suyo, estamos representando al país, estamos cobrando un sueldo muy decoroso
que pagan los contribuyentes. “Nos debemos al país y a los contribuyentes los
legisladores y los diplomáticos”. Hablando de los momentos extraordinarios que
requerían decisiones extraordinarias urgentes, porque se negociaba
constantemente, me tocó ver como trabajaban los funcionarios y legisladores
alemanes del canciller Helmut Kohl junto con sus pares de otros países en la
decisiva estancia negociadora que duró casi un año, durante todo el proceso de
la reunificación alemana. Yo estaba en Alemania en 1989 cuando cayó el muro y
en 1990 cuando se reunifico el país. “Por eso, me parece que hay momentos
urgentes”.
TDP- Dentro de esta ley ómnibus y
sus artículos, existen reformas específicamente con el tema cultural, como la
supresión de la Ley 25.542 de Protección de la Actividad Literaria- Precio
único uniforme de Libros, cierre del Fondo Nacional de las Artes. ¿Cuál sería
su opinión y/o análisis al respecto?
PvE- En cuanto al Fondo Nacional de
las Artes y los temas conexos, voy a ser honesto, ya que a pesar de mis ideas
políticas y mi lealtad con respecto a algunos temas incluidos en la llamada Ley
Ómnibus quiero dejar sentada mi honestidad como persona y como ciudadano. Si
bien apoyo este proceso con todos los defectos que pueda tener, no hablo de
militancia, porque la militancia implica dogma. Entonces tengo que ser honesto
y decir: “Que en el caso del Fondo Nacional de las Artes, a pesar de que apoyo
el proceso y el gobierno, me pongo crítico en este tema”. Es decir, apoyar un
proceso, sí, pero con un espíritu crítico y con observaciones constructivas;
toda vez que yo aplico un criterio muy puro como politólogo sobre lo que es el
liberalismo. Esto obedece a mi trayectoria en la función pública como conocedor
y observador del mundo, y con una profesión que abre muchísimo la cabeza al
vivir en distintos países. Por ello, “me debo a esa apertura y debo ser
honesto”. Considero que el Fondo Nacional de las Artes cumple una labor
encomiable desde el 3 de febrero de 1958, por Decreto 1224/58 -disponía la creación-, época de
Arturo Frondizi. Por eso me parece que sería atinado reflexionar sobre la
posibilidad de revisar el cierre del Fondo dado que “apoya y promueve el
desarrollo de artistas, de gestores culturales”. En su registro reconoce
personalidades ilustres de la cultura como Victoria Ocampo que formó parte del
directorio durante 15 años. Si bien el Fondo depende de la Secretaría de
Cultura es un organismo autónomo con autarquía funcional, administrativa y financiera.
Recordemos que recibieron apoyo y contención del Fondo, Jorge Luis Borges gran
Premio del Fondo Nacional de las Artes, Alejandra Pizarnik, Astor Piazzolla,
Antonio Berni, Leopoldo Torre Nilson. Además habría algo más que estaría
afectado en este contexto como la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares,
creada por Domingo Faustino Sarmiento en 1870.
TDP- Analizando lo señalado, ¿qué
produciría o estaría afectando esa decisión en el ámbito de la cultura y el
universo literario?
PvE- Eso produciría un fuerte
impacto en el ámbito de la cultura y de los libros. En ese sentido reconozco
que tengo una modestísima trayectoria como escritor, porque recién estoy por
publicar mi segundo libro. Es un ensayo sobre el presente y pasado de Haití a
través del testimonio personal. Es un libro autofinanciado como el primero, Testigo de una Revolución Traicionada. No
obstante ello, no puedo dejar de pensar en quienes se dedican a escribir con
dedicación exclusiva. Relativo a la derogación de la Ley de Precios Únicos de
libros. ¿Qué supondría eso? Eso supondría que las grandes cadenas de librerías
-si quisieran- podrían vender el libro a un precio similar o inferior al precio
de costo. ¿Qué ocurriría con eso? Es de suponer el cierre de algunas librerías
pequeñas que no podrían competir. Asimismo, y relacionado con lo mismo, las
editoriales independientes que no tienen catálogos tan masivos como los que
publican best sellers de autores
consagrados, quizás no podrían sobrevivir. Es un tema que daría para mucho más.
“Esto es lo que con honestidad pienso del posible cierre del Fondo Nacional de
las Artes y espero que no se produzca”. “El objetivo de mi trabajo es mostrar
que la cultura y la educación no son simples pasatiempos o influencias
menores.” Pierre Bourdieu. Sociólogo francés
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