La palabra facineroso



La forma correcta para indicar la maldad de alguien es ‘facineroso’, sin la consonante ‘ese’ que algunas personas añaden entre la a y la ce.

El adjetivo «facineroso» posee una carga semántica sumamente fuerte, y por ello sirve principalmente para calificar a alguien negativamente, o incluso para insultar o para denigrar de alguna persona.

El DRAE registra dos acepciones de «facineroso». La primera dice: «facineroso: 1. adj. Delincuente habitual. (…)». Esta acepción se usa poco, al menos en nuestro país, y hasta diría que es escasamente conocida. La segunda, en cambio, es de uso común: «2. m. Hombre malvado, de perversa condición». De todos modos, «facineroso» es palabra de empleo no muy frecuente, sin duda por esa enorme fuerza semántica que ya dije, lo cual hace que se la reserve para casos extremos, en que se trata de juzgar y descalificar a determinadas personas. Es decir, estamos ante una palabra que no debemos derrochar usándola en forma indiscriminada.

Su etimología proviene del latín ‘facinerōsus’ formado por ‘facinus’ (hacer, realizar, cometer…) y el sufijo ‘osus’ (para indicar una gran cantidad, abundancia).

Por lo tanto, en la antigüedad un ‘facineroso’ era aquel que realizaba/hacía/cometía muchos actos (normalmente delictivos).




Fuente: Fundéu

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