En estos días nos ha surgido un interrogante acerca del punto y de los
emoticones. El punto, ¿va después o antes de las caritas que tanto se suelen
usar en wasap? Y aunque algunos podrían considerar como exagerada este
interrogante, lo cierto es que no debemos descuidar el lenguaje solo porque
hablamos en un contexto informal.
Según la Real Academia Española (RAE), el emoticón es un elemento
extraoracional que no sustituye al punto final y se escribe detrás del punto.
Sin embargo, a juicio de la organización Fundéu, que vela por el buen
uso del idioma español en los medios de comunicación, si se considera al
emoticón como parte de la oración, el punto puede ir después.
Y remite a un artículo de su web en el que coincide
en que “el emoticón es un elemento extralingüístico", pero
añade que por ese motivo “puede ir antes o después, según resulte más lógico.
Por ejemplo, en un mensaje como ‘Estoy harto :-(. Me voy a un monasterio
budista ;-).’, situar los emoticones en las frases de las que se están
expresando las emociones es más claro”.
Es decir, lo fundamental es que la puntuación no interfiera con el emoticón…
Y en ningún caso se puede prescindir de la puntuación: de hecho, hay que poner
punto incluso si toda la frase es un emoticón.
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